8 may 2011

La vida es sueño

Y nosotros la vivimos así en nuestra estancia en Hong Kong. Eugenie como Alicia en el país de las maravillas y yo como Peter Pan! Decidimos pasar un día en el Disneyland de la isla al que se llega con una extrema facilidad ya que está conectado con la red de metro de la ciudad. Las entradas en promoción por ser el 5º aniversario, no pagamos más de 30€ por persona. La verdad es que el parque en sí está muy bien montado, sobre todo para niños de menos de 10 años, ya que carece de atracciones. Alguna encontramos, como el inevitable SpaceMountain que pudimos disfrutar sin hacer cola. Pero nos distrajimos más con los espectáculos de la calle o alguna proyección en 3D del pato Donald realmente impresionante por los efectos visuales. En fin que estuvo muy bien la experiencia y nos sentimos como niños durante unas horas.

De Hong Kong

En cuanto a la ciudad, quizás sea la más multicultural de todas las que hemos visitado. En ella se reúnen gente venida de todas partes, ya sea para trabajar como para visitarla. Gente de Indonesia, Tailandia, Japón, EEUU, Canadá, Europa, India, Vietnam, todos tienen cabida en este ex-protectorado inglés. Lo que sorprende más de Hong Kong, a parte de Skyline espectacular y sus vistas impresionantes desde el Victoria Peak, es el nivel de consumismo al que se ha llegado. Es sin duda el paraíso del consumidor, con tiendas de Louis Buiton, Cartier, Chanel y demás en cada esquina, con restaurantes y bares abiertos 24h, y donde los Iphone 4 i Ipad 2 se venden hasta en los 7Eleven. Es también uno de los sitios más caros por lo que hemos pasado en este viaje, aunque supimos evitarlos con cierta destreza, pudiendo comer platos bien buenos a precios bajísimos en callejones medio escondidos del Soho. Eso sí, no pudimos evitar tomar alguna pint de
cerveza a 5€ en algún pub de Lan Kwai Fong, zona de marcha hongkonesa.

De Hong Kong

Paradójicamente nos tocó vivir el día 1 de Mayo en la ciudad y pudimos ver algo extarordinario y curioso, si tenemos en cuenta el país en el que estamos. Gracias a sus propias reglamentaciones y leyes vimos desfilar una larguísima manifestación de trabajadores/as reclamando por sus derechos, de forma totalmente pacífica y ordenada, cosa imposible de vivir en la China continental.

De Hong Kong

Otra de nuestras actividades en la ciudad, escapando un poco de tantas tiendas y aires acondicionados a toda marcha, fue ir al cine para visionar uno de los últimos estrenos en China de su cine histórico y guerrero de la época de la dinastía Han, 關雲長 "The lost Bladesman", en lengua putonghua o mandarín, subtitulada en cantonés y en inglés para nuestra suerte. Estuvo divertido.

De Hong Kong

Al igual que estuvo divertido poder ver el partido entre el Barça y Madrid. Esta vez me tocó ir solo ya que aquí eran las 3 de la mañana y Eugenie no es lo suficientemente forofa, tiempo al tiempo. Por suerte me encontré en el hostel con un chico de Donostia que estaba buscando desesperadamente algún sitio para ver el partido. Quedamos en dormir un par de horitas y a las 2.45h de la madrugada nos dirigimos junto con una chica de Puerto Rico en taxi hacia un pub de Wan Chai a ver el esperado paso a la final de la Champions. La ida de las semifinales me toco seguirla también a horas intempestivas en una calle de Suzhou junto a un canal buscando la señal de wifi de un bar ya cerrado. Y es que en el viaje se desconecta de todo menos del fútbol, sobre todo a estas alturas de la competición y contra el eterno rival, es como un hilo que me une a casa, a los amigos y a los comentarios post-partido que en este caso no tengo. Veremos en dónde me toca
ver la final, quizás sea en Camboya, habrá televisión? Habrá Internet? Habrá penya blaugrana?

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