16 dic 2010

Los 100 primeros días

Como quien no quiere la cosa ya llevamos cien días de viaje, y es hora de recapitular a nivel personal y analizar las sensaciones que hemos tenido hasta ahora. Son muchas las personas que nos hemos cruzado en el camino, muchos los lugares visitados, muchas las sensaciones que hemos tenido y va siendo hora de hacer una revisión, con la única intención de seguir hacia delante y mejorando si se puede.
Está siendo como una película o un libro que te atrapa. Vas avanzando en la trama y tienes ganas de seguir pasando páginas. Llega un momento en que casi no te acuerdas del inicio, cómo empezó la historia. De ahí que sea necesario esta pausa y hacer una revisión. Porque.... qué tiene que ver Montreal con Medellín? Poca cosa la verdad. Y los cien días vividos entre las dos ciudades?

Empezaré por lo más importante, la pareja. Sin ella hubiera sido imposible imaginar tal aventura. Eugenie me complementa, pero no es mi media naranja, como se suele decir, es mi tres cuartos de naranja. Si ya lo intuía antes de partir, estos tres meses y pico me lo han acabado de demostrar. Es flexible pero segura de lo que quiere, es decidida, sabe planificar, se adapta a cualquier situación y sobre todo nunca pierde el norte, aunque viajemos hacia el sur. A parte de muchas otras cualidades que no es el momento de comentarlas. En definitiva, primera prueba.....superada! Porque cabe recordar que 24 horas al día las pasamos juntos, aunque alguna noche nos toque dormir en habitaciones separadas. Eso hacen 2400 horas y sino hay sintonía, porque el amor se presupone, sería imposible de aguantar.

Hasta el momento hemos visitado 6 países y la verdad necesitas adaptarte. Si en un mismo país cambia radicalmente el acento, las costumbres, los precios, los paisajes, las comidas, imagináte en diferentes países. El tipo de cambio, las comidas o simplemente como llaman al WC en cada país. Que si cuarto de baño, aseo, baños, lavabo, water y sino aciertas cual de ellos es, te miran como si hablases en chino. En fin, que acabas siendo ágil en interpretar las normas y costumbres de cada país.
Lo primero a lo que te tienes que acostumbrar al llegar a un nuevo país es a los precios medios de las cosas y sobre todo a los transportes. No podía imaginar la cantidad y variedad de transportes que existen en los países sin grandes infraestructuras. Al principio, antes de ir a visitar o descubrir un lugar, no sabes si habrá alojamiento, como será y como te desplazarás. Acabas descubriendo que hasta en el punto más apartado existe una mini guagua, una moto concho o un bus de largo recorrido que si se lo pides te apea en donde tu quieras. La flexibilidad es el mejor de los avances en el transporte.

Otra cosa que aprendes, aunque ya lo sabíamos de antemano, es que no se puede generalizar en cuanto a la gente de un país y más siendo yo catalán. Si que existen rasgos diferenciadores, maneras de comportarse o de afrontar la vida pero cada persona sea del país que sea, es única y por eso es importante no tener ideas preconcebidas. Hemos conocido a los autóctonos de cada región. Canadienses, gringos, mexicanos, cubanos, dominicanos y colombianos, seguro que podríamos dar un calificativo a cada uno de ellos pero en realidad los hay de todos los estilos. También hemos conocido a diferentes viajeros, alemanes muchísimos, australianos también, ingleses, franceses, suizos, coreanos, italianos, rusos y la reflexión sigue siendo la misma. Nos hemos quedado con algunos emails, pero la verdad no hemos hecho ninguna amistad digna de mención. Seguramente los ritmos de viaje son diferentes, unos van hacia el norte y otros hacia el sur, unos viajan un mes, otros 15 días. Unos son mayores, otros jóvenes fiesteros, algunos viajan buscando el sol, otros quieren desconectar. Los que encontramos con un ritmo y tiempo disponible igual al nuestro, iban en sentido contrario o bien a destinos diferentes.

En definitiva, estamos contentos de nuestros primeros cien días, hemos cumplido nuestras expectativas si es que las teníamos, quizás podamos realizar alguna colobaración más adelante o simplemente seguir viajando sin más. Lo que es seguro es que seguimos después de tres meses con las mismas energías y con el misma curiosidad que el primer día.

De Rep. Dominicana

1 comentario:

  1. Como decia el Sr. Julia, Endavant endavant sempre amb alegria, endavant endavant el petit i el gran.
    Mario i Eugeni, felices navidades a los dos y buen año nuevo, ande quiera que lo celebreis.
    El año pasado en eiiiisia y este en sudamerica, vamos a por todos los quesitos.
    Mario ets molt macu tu
    Xavi

    ResponderEliminar