28 sept 2010

New York, feel de rythm!!!

(Ultima entrada tan larga, lo prometo)

Llegamos a New York, a las 6h de la mañana procedentes de Niagara, parando en Búfalo y después de unas 10h de viaje. Compramos un pase de todo el día para el metro por 9$ cada uno y nos dirigimos a Brooklyn donde estaba el Loft Hostel. Nos dejaron desayunar pero el "check in" no era hasta las 3h de la tarde. Volvimos hacia Manhatam directos hacia Times Square eran ya las 8:30h y la ciudad empezaba a coger ritmo. Si las cataratas del Niágara fueron un espectáculo de la naturaleza difícil de explicar con palabras, no menos espectáculo , esta vez de la mano del hombre, fue el festival de luces, anuncios y pantallas de todos los gustos y colores que nos sorprendió de buena mañana. No se entiende como las empresas pueden gastar tantos millones de dólares en anunciarse cuando se hace imposible retener una sola marca ente la multitud de anuncios existentes.

De New York

Con nuestro pase de metro en el bolsillo nos dirigimos a visitar Manhattan, bajamos por la calle Brodway atravesando la 42 St y dirección hacia el centro financiero. Eran las 9.30h, mucha gente ya había entrado a sus trabajos, otros desayunaban mufins en alguna parada callejera, otros entraban en el Starbucks o en el Donkin Dougnuts y salían con un vaso gigante de ice coffe milk, o coffe moka, otros y no pocos, esperaban en la entrada de las tiendas a que las dependientas abrieran las puertas, como pensando que se les estaba pasando la mañana sin poder gastarse su dinero o sin consumir su dosis diaria de ropa. Eran las 10h de la mañana y el ritmo se aceleraba, coches pitando en la 6a Avenida con la 34th St (muy prácticos con los nombres de las calles), turistas despistados mirando hacia arriba y fotografiando el Empire State Building. Entramos en el edificio, un hormigueo de gente se dirige hacia el ascensor, How much is it? 25 $ y subes hasta poco más de la mitad, si quieres ir arriba pagas más, - de acuerdo nos quedaremos en la calle y fotografiaremos la perspectiva de abajo que es muy bonita también. 11h de la mañana, los puestos de hot dogs, bretzels y pitas que encuentras en cada esquina, y no son pocas en NY, empiezan a vender a 2$ la salchicha. Detalle curioso e importante, los americanos, empezando por NY han obligado a todos los puestos de comida y locales de comida rápida a informar al lado de los precios, la cantidad de calorías que te vas a meter entre pecho y espalda. Considerando que un muffin tiene unas 500 calorías, un máxi ice coffe milk con algún topping tiene unas 400 y un hot dog con su Coca Cola unas 600 más, podemos afirmar sin equivocarnos que a las 11h de la mañana ya han consumido lo recomendado para todo un día y con algún tipo de actividad física. Pero ese es otro tema.

De New York

Ya es mediodía y como nos ha entrado un hambre que ni $ ni calorías pensamos contar, comemos en un italiano de Little Italy, plató turístico sin encanto y con mucha comida. Nos vamos a echar al parque que ya toca. Entre homeless pidiendo some change, estudiantes que salen a comer, turistas en busca de la mejor foto y runners callejeros, conseguimos dormir una siestecita después de muchas horas de pie al ritmo neoyorquino. Una tarde espectacular nos espera en cuanto a temperatura, miramos si todavía tenemos el pase del metro y lo volvemos a guardar, caminaremos hasta el centro financiero de la ciudad, del país y del mundo entero. Ese montón de rascacielos que alberga a las empresas más importantes en cuanto a meternos en la crisis mundial se refiere. En un solo edificio, cuenta una placa, trabajan hasta 12.000 personas, cuidaooooooo, así se forman las colas que se forman en el chiringuito de la esquina a la hora de comer. 4h de la tarde, pasamos delante de donde habían estado las Torres gemelas. Esas ya no las veremos pero otras que ya están levantando seguro que si, junto con el intercambiiador de metros y trenes diseñado por Calatrava si no me equivoco. Wall street a nuestros pies, limousines y chófers esperando a que sean las 5h y nosotros hacia el ferry de Staten Island para ver de pasada la Estatua de la Libertad de forma gratuita. media hora de ida, bajar del ferry y volver corriendo a la cola de vuelta hacia Manhatan. Helicópteros que sobrevuelan la ciudad para turistas, nos los ofrecen, unos 300$, no thanks, si ya tenemos un billete de metro pagado y no lo utilizamos, vamos a coger el helicóptero, venga hombre, con lo bonito que es caminar. Nos apresuramos, son las 6,30h, el sol está bajando y queremos ver el atardecer desde Brooklyn mirando hacia la gran manzana. Unos 3 ó 4 km más, pero cruzando el puente de Brooklyn de gran belleza y bonita historia. Las calles abarrotadas de gente que sale de sus trabajos, el puente lleno tanto de ida como de vuelta con bicicletas pasando a toda velocidad, pájaros a vuelo rasante y finalmente un atardecer digno de presenciar. El color naranja inunda Manhattan, la tranquilidad del lugar es inaudita y el día ha sido agotador, miramos en el bolsillo y sí, ahí está, nuevo como a las 6 de la mañana, ese pase de un día de sólo 9$ y que hemos utilizado una sola vez.

De New York

Nueva York es así, te contagia su ritmo y no te puedes escapar, te contagia su consumo y no te puedes escapar, te contagia su aporte de calorías y no te puedes escapar. Es la metrópolis por excelencia, combinando todos los extremos con harmonía y normalidad, obesos y deprtistas, musulmanes, judíos y cristianos, afroamericanos, asiáticos, italianos e irlandeses, ricos y pobres, multimillonarios y homeless, policías y delincuentes, showmans y autistas, hotdogs y nouvelle cuisine.

El segundo día y medio intentamos dominar nosotros el ritmo y creo que lo conseguimos. Desayuno tranquilo en nuestro hostel de lujo, paseo por el Central Parc, visita al Guggenheim por fuera y al MOMA por dentro, con una exposición temporal de Matisse digna de ver, para acabar con una soiree (me encanta esta palabra) amenizada con un típico y mítico musical de Brodway, West Side Story.
La anécdota fue que habiendo decidido hacer un extra (otro más, ya llegará el verano, ya) e ir a ver alguna producción de Brodway ya que estábamos en NY, nos dirigimos por la tarde a Times Square a buscar entradas a mitad de precio después de hacer un ratito de cola. Cuando nos dijeron que las entradas al 50% costaban unos 70$ cada una para la mayoría de los musicales (está en cartelera un musical de Mujeres al borde de un ataque de nervios, del film de Almodovar, también), preguntamos que sino había otra forma, que seguía siendo mucho capricho. Nos enviaron a las taquillas del mismo teatro, diciéndonos que en los anfiteatros a veces quedaba alguna por unos 45€. Decidimos probar y llegando a la taquilla leímos un cartelito, escrito a mano que decía, lotería para asientos de primera fila 25$. Ni cortos ni perezosos, decidimos jugárnosla e ir a todo o nada. Consistía en dejar un papelito con tu nombre en una urna custodiada por un señor muy americano que a las cinco en punto (eran las 4.55h) sorteaba unas 10 o 12 entradas para la primera fila al módico precio de 25 $. Y si, nos tocó, en un inglés muy, muy americano intento pronunciar Eugenie delante de toda la gente y vociferando para llamar la atención de los transeúntes que se quedaban mirando sin entender nada de lo que sucedía.
En definitiva, que las cosas con esfuerzo se disfrutan mucho más, y que con pocos recursos te buscas la vida como sea, para hacer buena la dicha de quien la sigue la consigue.

De New York

4 comentarios:

  1. jajaja que autentico lo de las entradas!! saludos victor c.

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  2. Mario ,mira que en el azar siempre tienes suerte.Siempre te toca todo!!!!!! me alegro .Valio la pena? al final que obra fuisteis a ver? besitos

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  3. Marieteeee me encantan estos "mini relatos"....que gusto llegar a NY, estresarnos con el ritmo de Manhatan o quemar las mil calorias cruzando el puente de Brooklyn para ver la puesta de Sol...un poco todos vamor a dar la vuelta al mundo gracias a vosotros...y además de unas impagables clases de francés...nos ha tocado la loteria ya el primer mes!!!!...que bueno lo de las entradas...
    Un besoooo grandeeee!!!!..Yolanda

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  4. Nosotros tambien fuimos, pero no tuvimos esa suerte, no la buscamos... nos encanto el espectaculo y el teatro!.
    os sigo leyendo, llevo restraso.
    Paco

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